15 de noviembre de 2011

Yo tengo un sueño


Soñar te da alas
“Yo tengo un sueño”. Es un grito que se escucha en el tiempo. es una frase muy célebre de un líder Estadounidense. Y francamente creo que es un grito de batalla que todos deberíamos tener.
Soñar es importante, los sueños se constituyen en las alas que Dios te da para que llegues donde tu quieres. Solo debes aprender a emplearlas.

Hoy vengo a compartir contigo mi grito y el significado que éste tiene para Shekinah. Me he unido Shekinah desde hace ya varios años y puedo decir que hoy hace parte importante de mi vida diaria.

Yo tengo un sueño, pero ese sueño que nace en mi, tiene ciertas particularidades: este sueño tiene muchos rostros, voces, aromas, tiene muchos nombres.

Mi sueño se llama María.
María es una niña adolescente que no se entiende con su familia, como le sucede a muchos adolescentes. Sus amigas de colegio tienden a ganar más importancia en su vida que sus propios padres. Claro que sus padres tampoco es que estén en su mejor momento; últimamente están hablando de separación, y es que no es para menos: el ambiente en casa es insoportable: se escuchan palabras como “sueños frustrados”, “sacrificios hechos”, “falta de amor”, “no aguanto más”.
María conoció a Shekinah hace dos semanas y hasta el momento hemos logrado evitar que se intente suicidar. Estamos organizando con ella la forma de visitar su familia. Estamos muy esperanzados que nos reciban y podamos darles de la vida en abundancia que el Espíritu Santo ha puesto en nosotros.

Mi sueño se llama Teresa.
Teresa es una mujer joven, recién casada. En su matrimonio han tenido problemas para tener hijos. Hemos orado mucho con ellos y Dios nos ha regalado una promesa hermosa acerca de una familia numerosa. Para Dios todo es posible!. Apenas hoy nos han dado la gran noticia: están embarazados!. Llega el primer hijo de la promesa de Dios.

Mi sueño se llama Arturo:
Arturo es un hombre al cual ayudamos a salir del alcoholismo. Es grande lo que Dios ha hecho en él pues lo ha convertido en un gran servidor de La Palabra. Arturo nos lo ha dicho en diversas ocasiones: He nacido de nuevo! y es cierto: nadie que lo haya conocido antes, lo podría reconocer hoy luego del cambio que Dios ha hecho en su vida.

Mi sueño se llama Lucrecia:
Lucrecia es una dama pensionada que vive en las cercanías. Un día nos conoció pues pasaba frente al colegio y vio la cantidad de gente que ingresaba y preguntó el motivo. Dios ha pasado su mano sanadora sobre la vida de ésta mujer! Dios ha restaurado las manos de una mujer que durante años se deformaron debido al reumatismo.

Son muchos y diversos nombres que llegan a mi mente. Personas restauradas, rescatadas y transformadas por las manos del mismo Dios. Esos milagros, como respaldo de la palabra de Dios que predicamos, han permitido que Shekinah ahora cuente con cerca de cincuenta servidores y tengamos dos asambleas durante el fin de semana y contemos también con numerosas reuniones o koinonías durante la semana.

Mi sueño se llama Bogotá.
Bogotá  ahora conoce a Shekinah. Los espacios que hemos logrado abrir en medios de comunicación nos han permitido publicitar las asambleas y los diversos eventos que durante años hemos realizado: Casa del Padre y Rey de Gloria han llenado coliseos y han sido bendición para miles de personas!

Sueño con una Shekinah llena de la presencia gloriosa y restauradora de Dios. Una Shekinah de la cual brotan ríos de agua viva que sacian la sed de miles de almas que buscan dar sentido a sus vidas.

Yo tengo un sueño! y quiero que éste sueño también sea tuyo!
Read more