23 de diciembre de 2009

Vivir alegre

Hoy me despierto como cualquier otro día, tal vez un poco tarde por haber aplazado demasiado tiempo la hora de ir a dormir la noche anterior.
Antes de salir a trabajar, hago mi lectura diaria. El autor me habla sobre el gozo, la alegría por la vida que debo procurar tener a cada momento de mi vida. Y es que la alegría de vivir debería ser una constante en nuestro corazón; alegría por las cosas pequeñas, alegría infundida por el gozo del Espíritu Santo, alegría que perdura y que permanece cuando tenemos que enfrentar las dificultades de la vida. Escribiendo este post recuerdo algo que leí hace mucho tiempo que decía que la única parte de nuestro cuerpo que no nos pertenece es el rostro. Nuestro rostro puede expresar e inspirar sentimientos o actitudes en otros. Qué mejor que siempre tengamos una sonrisa a flor de piel; ya que podría ser aliento para otros.

La época de navidad es especial, donde invitamos y nos disponemos a que Jesús nazca una vez más en nuestros corazones. Si pensamos en las actitudes de los niños, vemos que siempre son alegres, que no se preocupan por cosas que ni siquiera saben si van a pasar, fácilmente perdonan a los demás, se gozan y maravillan por cada pequeño descubrimiento que hacen. Por eso te invito a que en ésta época permitas que el Niño Dios, el Pequeño Jesús nazca en tu corazón y te dejes contagiar de su alegría.
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13 de diciembre de 2009

Como en Belén

Video Alfareros Navidad




"...Ahora el pesebre tu corazón es..."
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7 de diciembre de 2009

María, Nacida sin pecado


Dios honra con muchas gracias a sus hijos: fe, humildad, gozo, santidad, paciencia, pero quiso privilegiar a una de sus hijas con la mayor gracia otorgada, la de nacer sin pecado original, pero, ¿por qué Dios hizo esto?.


María, – esta hija privilegiada –, tuvo una inmaculada concepción, gracias a que Dios la estaba preservando para el nacimiento de su hijo. Esta distancia entre María y el enemigo se da a partir del protoevangelio como lo llaman los doctores de la iglesia, que aparece en Gen. 3, 15 en el cual Dios declara la enemistad perpetua entre la serpiente y la mujer, ademas de declarar que una semilla suya –Cristo–  pisará la cabeza de la serpiente .


Es necesario por tanto que esta enemistad perpetua se mantenga en todo momento de la vida de María, para que ella llena de gracia pueda ser la escogida como Madre del salvador, es por tanto que María es la primera redimida por Cristo, desde antes de su nacimiento.


La bula Ineffabilis Deus declara este dogma de fe que se celebra cada 8 de diciembre:
 "...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."
(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)


Pero este dogma no solo fue escrito por los pastores de nuestra iglesia, fue también revelado por la misma Santísima Virgen a una humilde hija que batalló para que hasta la misma iglesia creyera en sus palabras.


Santa Bernardette Soubirous, una humilde niña nacida en Lourdes hacia la mitad de 1800, fue testigo de una de las mas grandes apariciones de nuestra señora en una gruta en Lourdes. Ella, vio a la Virgen en sucesivas apariciones que se dieron en este lugar en 1858, que dieron paso a muchos milagros gracias al agua bendita que brota de un fuente subterránea en este lugar y a uno de las mas grandes sitios de peregrinación marianos.


Es la misma Virgen, en la ultima de sus apariciones a Santa Bernardette que por pedido de un sacerdote le dice a la niña, juntando sus manos y mirando hacia el cielo que su nombre es Inmaculada Concepción.


Tal vez nos sea difícil comprender la gracia de la Inmaculada Concepción de la virgen, pero su ejemplo de vida nos basta como ejemplo de la siempre llena de gracia, que así como cada uno de nosotros fue soñado por Dios, y también nos debe bastar su palabra, dada a niños humildes, que gracias su intercesión se volvieron santos.
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5 de diciembre de 2009

Auténtica Navidad 2009


"El suceso más grande del mundo, se vivirá de nuevo en Bogotá." Este es el slogan con el que la Catedral Primada de Bogotá lanza una serie de eventos a desarrollarse en el centro de la ciudad, durante el marco de las celebraciones decembrinas. "Auténtica Navidad 2009" Es el nombre bajo el cuál se reunirán exposiciones de pesebres, festivales de villancicos, la noche de las velitas, las novenas y algunas otras actividades mediantes las cuales, se pretende devolver el sentido espiritual a la navidad.
Si está interesado en conocer algo más acerca de este evento, haga click aquí:

Auténtica Navidad 2009
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Video Neil Vélez


CLICK para ver el video.

“A los 17 años, la enfermedad se me había complicado. Las válvulas de mi corazón seguían sin cerrarse de forma correcta; padecía meningitis, tumores en la cabeza y una complicación de todos mis males me había dejado ciego por completo.
Una noche se debatía entre la vida y la muerte en la cama de un hospital de Nueva York, Estados Unidos. Mi mente repasaba un texto que meses antes había leído en la Biblia (1ª Pedro 2, 24b): ‘Por sus llagas fuiste sanado’. Esa frase se me había adherido a la mente.
Esas palabras también me ponían al borde de la desesperación, pues no entendía por qué no podían aplicarse en mi vida. ‘Dos cosas están ocurriendo aquí: o todo es mentira o yo en realidad no te he conocido’, le grité esa noche a Jesús.
Una voz tan clara irrumpió mis lamentos. ‘Hijo mío, tú no me conoces’, me dijo al oído. Cómo es posible, pensé, si ni siquiera mi juventud he gozado por andar en tus caminos, Señor. Pero la voz volvió a interrumpirlo.
Allí descubrí algo. Hay personas que no han faltado a una misa en toda su vida, que oran todos los días sin cesar; sin embargo, no saben quién es Dios; y yo era una de esas.
Como pude me bajé de la cama, me postré de rodillas y derramé en llanto. Tanto gritaba que los doctores entraron para tratar de calmarme.
Cuando dejé de llorar y abrí los ojos pude ver el rostro de los médicos: ¡había recobrado mi vista!
Ellos se asombraron tanto que decidieron someterme a unos exámenes. Detectaron que la meningitis y los tumores habían desaparecido, mas no mi debilidad en el corazón. Ese padecimiento seguía allí, llevándome a la muerte.
Un especialista de Texas y otro de California llegaron a decirme que me quedaban tres meses de vida, pues aunque no tenían explicaciones para lo que había sucedido, sólo lo atribuían a un caso de mejoría momentánea.
Ellos no sabían que esa noche había nacido un nuevo Neil. Yo les repetía que ‘por sus llagas Él me había sanado’. Esa noche pedí mi alta, y antes de salir del hospital los médicos me hicieron firmar un documento en el que me responsabilizaban de cualquier complicación.

Al llegar a la casa, mi familia había hecho los arreglos fúnebres para que mi muerte no los tomara por sorpresa. Todos; sacerdotes, predicadores y amigos me decían que si en la tierra había sufrido, en el cielo ya nada sería igual, mas yo les repetía que estaba sano.

Es triste cuando el cuerpo hace parecer que todo es mentira. Algunos síntomas se seguían presentando. Me sucedía que cuando predicaba, chorros de sangre bajaban de mi nariz y caían sobre la Biblia; a veces se repetían las crisis y terminaba en el hospital, pero yo seguía pregonando mi sanación.
Yo seguía transmitiendo que la fe mueve montañas y cada uno de nosotros podemos alcanzar grandes milagros. Como Misioneros de Jesús llevábamos el canto y la predicación a diferentes zonas de Estados Unidos y más tarde a otros países.
Pasaron aquellos tres meses, luego cinco, ahora ya voy para dieciocho y aún no estoy seis pies bajo tierra. Es increíble lo que ha pasado conmigo; los mismos médicos no alcanzan a comprenderlo. Es como si Jesús me hubiese hecho un trasplante de corazón.
Pero Dios sigue probando a sus hijos como el oro fino. Hace dos años, a media producción del disco ‘Dame más de tu amor’, me detectaron tres tumores en las cuerdas bucales. Eso me afectó mucho porque tiene que ver con lo que hago, con mi ser.
Pasé por episodios de depresión y mis familiares me decían que me aplicara lo que yo predicaba. De nuevo tuve que volver atrás y recordarme de aquella frase que había leído en la cama de un hospital: ‘Por sus llagas fuiste sanado’.
Jesucristo volvió a obrar en mi vida. Pude terminar el disco y al compararlo con los nueve anteriores se descubre una voz más fuerte”.

Tomado de http://www.elsalvador.com/hablemos/2004/241004/241004-4.htm

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4 de diciembre de 2009

Testimonio

"Porque nos has hecho para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que repose en Ti." leemos en las confesiones de San Agustín. Gran verdad, es el misterio de la sed profunda del corazón humano, de la búsqueda por el sentido de la vida. Es hambre de verdad, algo que nos lleve a vivir más allá de la inercia de cada día.

Hasta que nos encuentra su "gracia" y nos atrapa con sus lazos de amor, nos acorrala en el desierto, para no ignorarlo más, para dejarlo hablar en su Palabra Viva, para dejarnos sanar y dejarnos amar...

"Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti." Jeremías 31,3

Comparto entonces, mi testimonio. Haz click en la imagen para ver la presentación.

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Encíclica Caritas in Veritate


 Caridad en la Verdad.

En medio de los cambios dados por la globalización, en medio de la pobreza y fallos de los diferentes sistemas económicos y políticos, S.S Benedicto XVI presenta su tercera encíclica, cuyo tema principal es la enseñanza social católica, la cual brota del evangelio y permite el desarrollo integral del hombre en la sociedad.

Introducción

1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. El amor —«caritas»— es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta. Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,32). Por tanto, defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad. Ésta «goza con la verdad» (1 Co 13,6). Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano. Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros. En Cristo, la caridad en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar a nuestros hermanos en la verdad de su proyecto. En efecto, Él mismo es la Verdad (cf. Jn 14,6).


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¿Navidad?




En los estantes aparecen unos duendes de papá Noel con cabeza de calabaza a mediados de octubre. Los aguinaldos en las emisoras se juegan desde mediados de noviembre. Ya lo recuerda usted: "¡En noviembre, la música de diciembre!"...
Amamos la navidad, nos fascina la navidad. Pero no entendemos la navidad.
La navidad es el 25. Sabemos que Jesús no nació en esa fecha, pero en esa fecha lo celebramos. Y antes de eso, todo es espera. O en palabras menos comunes: Adviento.
Israel esperaba un Mesías: Que llegara quién los librara del yugo de los pecadores.
Los pastores esperaban una esperanza, que se rompiera el silencio de Los Cielos y les dijera que los recordaba.
Y entonces llegó Jesús: Los ángeles gritaron en los cielos "¡Gloria a Dios en los Cielos y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!" Y el Príncipe de Paz llegó a la tierra. La espera se había acabado. Desde que nació, la Salvación había llegado a nosotros.
Una cosa es esperar de Dios. Que te salve, que te ayude, que te sane, que te toque. Otra cosa, todavía muy diferente, es esperar a Dios. A Él. ¿Lo estás esperando? Desde Lucas el Maestro pregunta: ¿Encontrará el Hijo del hombre la fe cuando vuelva a la tierra? Este artículo solamente tiene un fin. no quiero hablar en contra de la navidad, no tengo nada (aún los amo) contra el buñuelo, la natilla, el ajiaco y la lechona. No tengo nada contra el sentido altruista que la navidad despierta en algunos corazones. Me fascina ver como todos nos sentimos más buenos, más capaces de dar. Pero quiero recordarte algo: Estamos en adviento. La navidad nos debe recordar que tenemos que esperar Su Venida. El Salvador vuelve. Adviento es la época en que se nos invita a recordarlo.
Disfruta la navidad, pásala con tu familia, dales regalos por amor, cocínales por amor, reconciliate por amor, celebra con los tuyos por amor... Pero no olvides que esperamos que Cristo vuelva. Este también es tiempo de reflexionar: ¿Estás listo para cuando te reencuentres con Él? ¿Está preparada tu alma para el reencuentro con El Deseado de todas las naciones? Te dejo con un texto de la Biblia para que medites durante el adviento:

Velen pues en todo tiempo, orando, para que sean dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán y puedan mantenerse en pie delante del Hijo del Hombre. Lc. 21, 36
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